sábado, 11 de febrero de 2012

El conocimento Mágico I.

Y en un cielo sin estrellas, la noche más oscura y larga, la que ya no conocería más, el hombre se agarró a la tierra y la llamo piedra.
Y la noche dio paso al día y con él el sol y le puso por nombre fuego.
Y el sol trajo la brisa y el viento, el huracán y el tornado y le llamó aire.
Y el aire llevo al hombre a las orillas de los mares, y a todos ellos nombró agua.
Y el hombre despertó en un niverso hecho de piedra, fuego, aire y agua.
Y maravillado ante la belleza de tan colosal universo, estalló en mágica locura.
Ay! fértil madre, generosa, deseada y despreciada, buscada y perseguida, raptada pero jamás atrapada.
Ay! magia, mágica magia.


Y la magia despertó al hombre. Y el hombre despertó a la magia.

viernes, 3 de febrero de 2012

Concepto de Hombre II

El hombre es como un joven...
El ser humano configura el absoluto que alcanza ver, exclsuivamente desde su propia realidad, quizás por que no ha conocido otra posible, porque esta sólo consigo mismo en este universo creado por él a su imagen y semejanza, abarcando inlcuso, todo aquello que desconoce.
De tal manera sería imposible econtrar al hombre, definiéndolo de otra manera que no sea a través de si mismo, en el tiempo concreto de su propia existenca y no otra. Y solamente através de su capicidad de transcendencia, sólo entonces, abarcar otros momentos.
De esta manera, el hombre es como el joven, ha dejado de ser el niño mágico, que vive sumergido en mundo fantástico, viviendo una vida de inconscientes juegos, para despertar después de un largo sueño en un mar de cotradiciones, dudas, miedos, ilusiones, impetú... de un joven que abre los ojos a la vida, pero que a la vez atisva al hombre maduro en el que se ha de convertir, resistiéndose a llegar a él, consciente de que alguna vez ha de serlo. Pero a diferencia de la niñez, esta vez ha despertar él.

                                                       En homenaje a Brais Palmá
                                      
Y en la realidad de ese universo absoluto por el creado, avanza sólo, nadie con comporar, perdido en un cielo oscuro, sin estrellas y en la eterna duda de su propia existencia, pero a la vez inconsciente, de sí mismo.
¡Yo soy la voz que clama en el desierto! Dijo el profeta.

viernes, 6 de enero de 2012

Concepto de Hombre I

Introducción.
Si el viajero se preguntara ¿qué es el hombre? Para dar una respuesta podría usar una explicación mitológica, teológica, filosófica, biológica, científica… en todo caso tendría que usar  un lenguaje que lo explicara. Palabras, oraciones que comporten un significado comúnmente aceptado por una comunidad. Pero aún así, el lenguaje es engañoso.
Un ejemplo, “limpieza” no engloba un significado unitario, más bien un amplio abanico, donde cada individuo en base a su consciencia y albedrío, determina su propio significado, provocando fallos en la comunicación. De igual manera cualquier otra palabra, amor, respeto, esclavitud, opresión, libertad… Hombre en entendida de manera diferente, por distintas personas.
Sin embargo, el ser humano también posee otro canal de comunicación, mediante la transmisión de conceptos que comparte además de significado, sensaciones y evocaciones comunes. Siendo el “arte” el canal más puro, y sencillo para  percibir todas las opciones que engloba un concepto de una manera colectiva.
De esa manera conceptualicé mi idea del hombre en unas frases comprensibles, tratando ahora de desarrollarla en un sentido más amplio.


El hombre es como un joven sólo, perdido e inconsciente. Que baja por la pendiente de una gran montaña, subido en una bicicleta hecha de trozos. Que intuye de donde viene y cree saber lo que le aguarda al final del camino.     





viernes, 30 de diciembre de 2011

En busca del Hombre VII

¿Por dónde empezar? determinar el objeto de la investigación sería la primera tarea que debería tratar de establecer el viajero.
Supongo, que en primer lugar descartaría automáticamente todo lo relacionado con los avances y estudios científicos que ha alcanzado el ser humano en los últimos siglos. Estos serían claramente obsoletos, sino inútiles, para cualquier civilización superior a esta que habita la tierra.
Mitología, religión, sociología, filosofía, política, lenguaje, cultura, biología, genética, paleontología... incluso la misma ciencia, o el difuso arte que corre como río desbocado por sus venas. Todas ellas han configurado una única realidad  que lo define como ser inteligente.
Un ser único en la totalidad de la inmensidad del universo, inmerso en sus contracciones, pero precioso en su existencia, inigualable e inimitable a lo largo del tiempo que corre hacia atrás y hacia adelante sin detenerse. Pues no ha habido, ni habrá nunca más un ser como él, incluso cuando desaparezca todo rastro de su existencia en este univierso.
¿Podrían aquellos que llegaron a conocerlo dejar pasar la posibilidad de estudiarlo para comprender su propia existencia? Pienso que no.


Entonces, para poder llegar a comprender lo que el ser humano es hoy día, debería comprender cómo empezó todo, como surgió y cómo evolucionó. Más el hombre acumula conocimientos, bastaría con enchufar a Internet un potente ordenador y descargar todo lo que el ser humano es, ha sido y es capaz de ser.
Pero, para poder comprender a la raza humana se haría necesario un proceso más complejo de comprensión, sumergirse en sus sentimientos y sensaciones, las motivaciones que le llevaron a ser lo que fue, es y será.
Visto desde esa perspectiva. El Hombre es ante todo y sobre todo un ser capaz de sentir y además ser consciente de ello. Comprender esto y alcanzar su significado en su estado más puro es objetivo suficiente para el estudio del viajero.


lunes, 26 de diciembre de 2011

En busca del Hombre VI


Llegados a este punto, el viajero que ha permanecido inmerso en un entorno hostil de confusión y contradicciones, comprendería que algo falla en su incomprensión del mundo humano tal y como está diseñado, la realidad que lo configura y determina. Comprendería en ese momento que no pertence a la raza que domina este planeta, e intuiría que ha venido para estudiarla. Sabiéndose sólo, trataría, por si mismo, de determinar sus propios objetivos de investigación, método de trabajo y planificación del proyecto, contando con los conocimientos adquiridos y los medios de que dispone. Hasta que a la finaliación del tiempo del que disponga y sea preparado para el siguiente paso. 


El hombre trata de avanzar de manera desbocada como si de una carrera se tratara, acumula conocimientos, construyendo escalones y destruyéndolos a su paso. Tratar de ordenar el océano de caos en el que permanece sumergido es tarea imposible, pero no por ello debe dejar de intentarse, toda vez que está aquí para ello.

¿Por dónde empezar? Siguiendo las señales.

jueves, 22 de diciembre de 2011

En busca del hombre V

Aún así, ese ser nacido de mujer, inconsciente de su realidad e inmerso en la única que conoce, viviría una existencia como humano incompleta. Miles de años de evolución han configurado la idiosincracia del ser humano tal y como lo conocemos hoy día. Circunstancias tanto internas como externas que no afectarían a esa criatura llegada de fuera, que traería sus propios rasgos producto de la misma realidad de la que procede, aunque pudiera permancer inconsciente de ello.


Imagine, si siéndolo de esa manera y proviniendo de una raza más evolucionada, con valores y principios éticos y morales, necesariamente, muy superiores; ese ser quedaría inmerso en la contradictoria realidad que abarca la totalidad del ser humano, donde todo cabe en los extremos más radicalmente opuestos de todo aquello que le concierne. Un ejemplo de ello, sería la capacidad de amar y odiar, en el sentido más amplio del significado de la palabra y en un mismo individuo hacia diferentes personas y en un mismo momento. Contradicciones, todas ellas, incomprensibles para cualquier ser proveniente de un lugar donde por seguro han sido superadas obligatoriamente, en la propia evolución y supervivencia de cualquier raza inteligente.